Para nosotros los lambayecanos, la convivencia con el Capitán FAP José Quiñones Gonzales es más que cercana. A diario, y en casi todo el país, recorrer calles, avenidas y hasta un aeropuerto con su nombre, pagar con billetes o coleccionar monedas con su rostro, saludar a sus monumentos en parques y plazas con respeto, o mirar el cielo (espacio aéreo) con admiración por llevar su nombre, son sentimientos que nos unen por saber que su lugar como máximo héroe de la Fuerza Aérea del Perú es el indicado.

Hoy, a casi 78 años de su partida, seguimos sumando reconocimientos, eventos en su nombre y condecoraciones que nos enaltecen y nos llenan de orgullo. Por eso, en este blog hemos seleccionado tres de las muchas razones que nos generan admiración por darnos un ejemplo de integridad y entrega por su patria:

1. HÉROE NACIONAL

No hay dudas del gran sentimiento de generosidad y heroísmo de José Quiñones Gonzáles. Con solo 27 años, se inmoló estrellando su avión en el fuerte ecuatoriano ubicado en Quebrada Seca para poner fin al conflicto bélico que sosteníamos contra Ecuador en el año 1941. Tras la Guerra, Quiñones fue ascendido póstumamente al grado de capitán, declarado ‘héroe nacional’ y además se estableció el 23 de julio de cada año como el Día de la Aviación Militar del Perú, ¡semejante orgullo!

2. CIELO PERUANO

¡Una de las frases más utilizadas por quienes persiguen sus sueños es: “el cielo es el límite” y el capitán FAP lo sabía muy bien! Hoy, mirar hacia arriba para los peruanos, es sinónimo de inspiración y motivación para continuar persiguiendo nuestras metas y objetivos con patriotismo como lo hizo José Quiñones. Y es que, haberse inmolado en el cumplimiento de su deber para consagrarse como una leyenda de la Fuerza Aérea del Perú, fue suficiente mérito para que el pleno del Congreso de la República apruebe, en el 2014, llamarle al espacio aéreo peruano: “Cielo del capitán FAP José Abelardo Quiñones”, designación con un alto valor simbólico para los lambayecanos.

3. CASA MUSEO

Si hay un lugar donde podemos admirar con detenimiento su pasado y aprender de su heroísmo es su casa museo ubicada en Pimentel. Recorrer sus cinco ambientes es entrar en una máquina del tiempo para convivir con un lugar que se muestra intacto como el último día en el que el José Quiñones lo habitó.

El inmueble, proclamado Monumento Histórico Cultural, es cuidado por la Fuerza Aérea Peruana y muestra una amplia colección de objetos de la época con un extenso registro fotográfico familiar. El lugar, cuenta además con un patio que exhibe un busto sobre un pedestal de nuestro héroe, rodeado de diversas condecoraciones recibidas en los últimos años.

Si a pesar de la convivencia que experimentamos a diario con nuestro héroe de la aviación nacional aún no conoces mucho sobre su vida, te invitamos a conocer su pasado y el significado que tiene su presente; les aseguramos que cuando se encuentren con uno de los tantos monumentos de Quiñones en las plazas y parques del Perú, los mirarán desde ahora con otros ojos.