¡Es un hecho! ¡La riqueza cultural de Lambayeque es incomparable! Una gran muestra de ello está en Incahuasi y Cañaris, dos pueblos altoandinos ubicados en la provincia de Ferreñafe. Allí sus pobladores han convertido a estos distritos en los únicos pueblos lambayecanos que preservan su tradiciones ancestrales.
Por tal motivo, en este artículo daremos a conocer tres razones que nos hacen sentir orgullosos de tenerlos en nuestra región.
Incahuasi y Cañaris son dos distritos lambayecanos con nombres que derivan de voces quechuas. El primero significa “Casa del Inca” y el segundo, “Hay culebras”. En ambos distritos, la mayoría de sus pobladores conservan este ancestral idioma: en Incahuasi el 85% son quechuahablantes y en Cañaris el 64%.
Además, preservan una gran riqueza cultural que se refleja en las actividades ancestrales que realizan sus pobladores, como el teñido de telares de lana de oveja realizado con plantas de la zona y con la cual confeccionan sus vestimentas.
Los conocimientos, las prácticas y los rituales realizados por los pobladores de Incahuasi en el techado de la iglesia San Pablo han convertido a esta actividad en Patrimonio Cultural de la Nación.
El trabajo realizado en el cambio del ichu (paja con la cual se ha techado el templo) es una actividad ancestral que no se realiza en otro lugar del país. Además, es parte de la tradicional minka, donde se realiza trabajo comunitario con fines de utilidad social y reciprocidad.
Cañaris es un lugar lleno de cultura. Este distrito altoandino alberga al Complejo Arqueológico de Congona. En este lugar, se descubrió un oráculo de la época Chavín de 3000 años de antigüedad y según el arqueólogo Walter Alva, debido a las estructuras descubiertas, este complejo habría sido un gran santuario.
