Si a un lambayecano le pidieran que exprese con una palabra lo que significa Juan Aurich en su vida, la respuesta tardaría en ser respondida. ¿Por qué? Es muy simple. Son muchos los momentos marcados por este equipo en la vida de nosotros que faltarían palabras para encontrar un definición exacta.
Por eso, este blog ha seleccionado tres de las muchas razones por las que a los lambayecanos nos gusta vestirnos de rojo pasión cada vez que juega el ciclón.
¡Pronto cien años! Sí, pronto se cumplirá el centenario de aquel 1922 en el que un grupo de azucareros decidió formar un club deportivo para divertirse cada fin de semana. Casi cien años después, no solo nos consideramos hinchas de una institución que es un ejemplo para otras con más años de antigüedad, sino, además nos consideramos dueños de una historia imborrable llena de triunfos y derrotas, de jugadores inolvidables y de goles recordables, de tragedias irrepetibles, de partidos clasificatorios o de encuentros definitorios, de jugadores célebres y de penales decisivos, todos recordados en las calles, las plazas, los mercados y los bares como si fuesen historias familiares. Después de todo, Juan Aurich será siempre una familia.
Los grandes clubes del mundo tienen, entres sus jugadores, deportistas leyendas, y el Juan Aurich es uno de ellos. Se pusieron orgullosos la roja del Ciclón: Julio Meléndez, Pedro Pablo “Perico” León, Rufino Bernales, Augusto Palacios, Eladio Reyes, “Torito” Luces, Juan Joya Cordero, Miguel Company, Víctor Calatayud, “Chito” La Torre, entre otros. Cada uno con un cúmulo de momentos, que nos dibujan una sonrisa de satisfacción cada que vemos una foto de ellos en revistas o diarios de la región.
La centralización del país nos aleja de muchas oportunidades, entre ellas del arte, de la cultura y por supuesto, del deporte. Sin embargo en el 2011 lo logramos. Sí, alcanzamos el campeonato nacional por primera vez en 89 nueve años y eso nos hace sentir más orgullosos de ser lambayecanos. Y es que el campeonato lo hicimos todos. Cada hincha, cada fanático, cada dirigente deportivo y cada futbolista aurichista hizo posible lo que hasta ese momento un solo club de provincia lo había logrado (Melgar de Arequipa), alzar la copa de un campeonato local representado por una de las mejores alineaciones de todos los tiempos.
Hoy no participamos de ese campeonato, pero como en otras ocasiones, seguiremos estando del lado del equipo que más alegrías nos ha traído a la región, porque sin importar en qué liga se encuentre, siempre nos seguirá llenando de orgullo porque es parte de nuestra identidad. ¡Sopla Ciclón!
